Para el escenario de una Pasión,
sólo se precisa de una ciudad como la nuestra.
De una calle que muera en un más allá...
Y de un río verde al que van a parar los Misereres.

domingo, 10 de abril de 2016

Miércoles Santo 2016


En la Iglesia esperan la Madre y el discípulo amado a comenzar su desfile procesional


 A las 19.00 horas del 23 de marzo de 2016 daba comienzo la Procesión del Silencio en la Iglesia de San Esteban, con las Venerables Hermandades de Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban) y El Prendimiento (Beso de Judas). Ascendió la procesión por la calla de Las Torres, Puerta de Valencia y Alonso de Ojeda hasta llegar a la Iglesia de El Salvador para recoger a nuestra Hermandad.
La Banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías de Cuenca, al llegar a la plaza de la Iglesia de El Salvador, interpretó para la Virgen y San Juan la marcha Tristezas de María, a modo de saludo a nuestro Paso procesional. 
Pasó el Huerto y saludó el Beso, y nuestra Hermandad iniciaba su desfile procesional en torno a las 20.30 horas, incorporándose primero el guión, los estandartes y faroles de la Hermandad para ser seguidos por los hermanos de tulipa. Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol salía, resplandeciente, de la Iglesia de El Salvador con los acordes del Himno Nacional y ante el silencio de los espectadores que acuidieron a Verla.




De este modo, ascendía la Virgen con San Juan por Solera al ritmo de Mi Amargura, interpretada por la Banda de San Clemente —con la que está hermanada la Hermandad— y llegaba a la calla del Peso, donde sus banceros maniobraban con mimo para que Nuestra Señora pasase sin ningún problema por la estrecha curva. 
Gran afluencia de hermanos en las filas y de público durante el ascenso a la Plaza Mayor en este frío Miércoles Santo. Sonaba Jerusalén por Alfonso VIII...

Con solemne y elegante paso, la Madre del Miércoles Santo y el Discípulo Amado realizaban su entrada a la Plaza Mayor, siendo recibidos por la Banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías, que los acompañaba hasta el Palacio Episcopal, donde les hacían un paseíllo con la marcha "Oh, Bendita Estrella!".  


En torno a las 22.30 horas, la Santa Cena, tras haber abandonado la Catedral de esta Ciudad sólo para unas horas, iniciaba su procesión ocupando el primer lugar del cortejo. Le seguían el Huerto de San Esteban, el Beso de Judas, San Pedro Apóstol, La Negación de San Pedro y el Santísimo Ecce-Homo de San Miguel; éstas tres últimas Hermandades habían comenzado su desfile desde la Iglesia de San Pedro y bajando por la calle homónima para incorporarse a la procesión. Así, y con Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol saliendo del Palacio Episcopal nada más que el Santísimo Ecce-Homo se incorporaba al desfile, el cortejo quedaba completo con todos los conjuntos de este día. 


La procesión volvería a bajar por Alfonso VIII hacia la parte nueva de la ciudad, deteniéndose en San Felipe Neri, donde se le cantaba a los Pasos el Miserere por el Coro del Conservatorio de Cuenca; a Nuestra Señora se le interpretó el Stabat Mater.
Siguió su recorrido la procesión por la Puerta de San Juan, curvas de la Audiencia, Puente de la Trinidad, Calderón de la Barca y Carretería. 
El final llegaba... pero se hacía de rogar. Mientras, el frío no cejaba en su empeño y consiguió que muchos hermanos de tulipa no pudieran completar el desfile. El frío, aunado al aire, se metía en los huesos. 
Las primeras hermanadades llegaban a San Esteban. Jesús Orando en el Huerto y El Prendimiento terminaban allí su desfile procesional; en Diputación terminaba la Santa Cena y más adelante lo hacía San Pedro. La Negación terminaba bajo el árbol de San Esteban. 
El Santísimo Ecce-Homo siguió su camino, agonizante, hacia la Iglesia de San Andrés, seguido siempre por la Madre y el Discípulo, que acabarían su procesión en su Iglesia en torno a las 3:30 del ya Jueves Santo.






Resumen de la procesión por CuencaNews 

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