🩵🤍 Bajo la mirada de la Amargura: crónica de un fin de semana muy especial
A veces, como Hermandad, vivimos momentos que pasan silenciosamente al corazón. Y este fin de semana ha sido uno de ellos. Quienes nos acercamos a la Parroquia de El Salvador pudimos compartir instantes de oración, música, convivencia y emoción que, sin hacer ruido, nos recuerdan por qué caminamos juntos bajo la mirada de Nuestra Madre de la Amargura con San Juan Apóstol.
Sábado: un encuentro sereno y cercano
El sábado por la tarde, a las 19:30 h, nos reunimos para la veneración de las Sagradas Imágenes. Fue un ambiente tranquilo, recogido, de esos que invitan a detenerse unos minutos ante la Madre y dejar que Ella marque su propio ritmo en cada uno de nosotros.
Nuestro Consiliario nos ofreció una alocución llena de sentido y sencillez, ayudándonos a entrar en la profundidad de estos días.
Y, como regalo añadido, el Ensemble de Saxofones nos acompañó con una interpretación delicada y emotiva, dirigida por nuestra hermana Dña. Miriam Castellanos López. La música añadió una luz especial a la tarde, uniendo oración y belleza en un mismo gesto.
Domingo: la Eucaristía que nos une
El domingo, a las 13:00 h, celebramos la Solemne Función Religiosa en honor a Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol. La parroquia se llenó de hermanos, familias y devotos que quisieron vivir juntos este día tan señalado.
Asimismo, al acabar la función, le rendimos homenaje a nuestro querido Pedro Paños, quien tras toda una vida dedicada a la hermandad recibió el cariño más que merecido de sus hermanos y hermanas de la Virgen de la Amargura con San Juan Apóstol.
Tras la Eucaristía, pudimos disfrutar de un ágape fraterno, un rato sencillo pero necesario para reencontrarnos, compartir y sentir el calor de nuestra Hermandad más allá del templo.
Lunes: memoria, oración y gratitud
Cerramos los cultos el lunes a las 19:00 h con la Santa Misa por nuestros hermanos difuntos. Una celebración íntima, cargada de recuerdo y cariño por todos aquellos que caminaron antes que nosotros y que continúan, de algún modo, acompañando nuestra vida de Hermandad.
Una Hermandad que crece unida
Un año más, muchos hermanos —pequeños y mayores— quisieron participar activamente en estos días. A todos ellos, gracias por vuestra entrega y disponibilidad.
Nos quedamos con la sensación de haber vivido algo profundo, sencillo y auténtico: días que nos ayudan a reencontrarnos, a mirar a nuestra Madre y a seguir construyendo Hermandad, paso a paso, como una gran familia unida por la fe.
🩵🤍 Que la Amargura y San Juan nos sigan acompañando siempre.
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